El 10 de abril de este año, se conmemoró el aniversario luctuoso centésimo primero de Emiliano Zapata, Jefe Supremo del Movimiento Revolucionario del Sur. De todas corrientes que se manifestaron en la Revolución Mexicana, la única que ha subsistido hasta el día de hoy, es la del movimiento indígena que buscó la restitución de la tierra a los propietarios originales, que encabezó Emiliano Zapata.
La lucha por la recuperación de la tierra de los indígenas mexicanos es antiquísima, ni siquiera inició en la Revolución. Desde que se consolidó la conquista de nuestro territorio por los españoles, los habitantes originales de este territorio lucharon por expulsarlos para poder retomar el uso y el control de sus tierras porque representaba un valor familiar. Los calpullis como unidad territorial donde los indios originales habitaban, cultivaban para su subsistencia y para el pago de su tributo, daban cohesión a las culturas que se desarrollaron en nuestro territorio, particularmente la zona central y sur de nuestro actual territorio, que perteneció a lo que se ha denominado Mesoamérica.
En el llamado a la población para que se liberara del yugo hispano que en alianza con las clases criollas del país, tenía sometida a la población a abusos económicos y laborales -aunque lo más importante eran los abusos políticos ya que habían usurpado el poder a la propia corona aprovechando la invasión napoleónica a España- don Miguel Hidalgo y Costilla hace manifiesto por primera vez a través de un documento político* la necesidad de devolver las tierras usurpadas a los indígenas para darles lo que en derecho les correspondía y para que se convirtiera en un medio de subsistencia para la gente más pobre a partir de la liberación.
Entonces no se logró incorporar en ninguno de los cinco textos constitucionales del siglo XIX, el derecho de los indígenas a ser provistos de tierra. Más difícil aún fue su subsistencia para este grupo social a partir del porfiriato, pues la consolidación del capitalismo en México había llevado a su máximo nivel la mercantilización de la tierra y su uso como soporte de la introducción de los avances en comunicaciones del momento: el ferrocarril, los caminos y los puertos marítimos. Y para la explotación de la agricultura de exportación.
El centro y el del país tuvo un mayor arraigo a la tierra como herencia de las antiguas organizaciones mesoamericanas, por lo tanto fue la región que mayor resistencia presentó a los despojos sufridos con el desarrollo del capitalismo en México en el siglo XX y los últimos años del siglo XIX. El movimiento agrarista que encabezó Zapata fue la inspiración para que se elaborara el artículo 27º constitucional que sirvió de ejemplo al mundo para ilustrar el derecho a poseer una porción de tierra, el concepto de propiedad comunal de la tierra que aquí se le denominará ejido y que conserva la propiedad el Estado, es decir, todos los mexicanos.
Sin duda un contraste enorme con la visión capitalista de que la tierra es una mercancía por un lado, y que sólo puede acceder a ella el emprendedor individual.
Incluí un corrido muy ilustrativo para que sirviera como antecedente al Plan de Ayala que se encuentra a continuación pues explica con claridad las razones que llevan a Zapata a distanciarse de Madero y en descargo del presidente electo en esos momentos, Madero, en virtud de la dureza con la que lo trata Zapata en los motivos del Plan de Ayala.
Corrido de la Entevista de Zapata y Madero
Autor: José Muñoz Cota
Ocho de junio del año
en que a la ciudad entró
Madero, el jefe rebelde
de la reacción vencedor.
Zapata en esa mañana
a Madero visitó.
Madero vino del Norte,
Zapata del Sur llegó.
Conocemos de este almuerzo,
sabemos su pormenor,
porque Gildardo Magaña
al pueblo lo reveló.
Madero fue un hombre bueno,
amó a la Revolución.
Pero era un hombre confiado,
la confianza lo perdió.
Hablaron de Figueroa
y Zapata lo acusó
de haber intentado un “cuatro”
cuando Jojutla atacó.
Madero, con tolerancia,
pidió la unificación;
El tiempo, dijo Zapata,
dirá quién tiene razón.
Madero, entonces, le expuso
que ya la Revolución
había concluido su marcha,
derrotando a la reacción.
-Hay que licenciar la gente
que al lado de usted pelió.
La paz está asegurada,
esta es mi disposición.
Zapata, con disciplina,
a Madero contestó;
pero seguro, por dentro,
de que aquello era un error:
-Lo que nosotros queremos,
el general insistió,
es que devuelvan las tierras
como usted nos prometió.
La tierra, sólo la tierra...
El indio se levantó
por reconquistar la tierra
que el hacendado usurpó.
Zapata, el jefe Suriano,
apóstol de convicción,
era la voz de la tierra,
su voz de liberación.
Madero, el apóstol bueno,
hombre que siempre soñó,
paciencia, la ley, el orden,
todo esto recomendó.
Pero Zapata, ranchero,
que desconfiado nació,
del peligro que veía
frente a Madero, insistió.
- Yo croque los federales
no serán suyos, Señor;
hay que ser muy precavidos
de su próxima traición.
-Hay que licenciar las tropas,
Madero le contestó.
Estaba ya estipulado
en el pacto que firmó.
Dice Gildardo Magaña:
Zapata se levantó,
la carabina en la mano
que ni comiendo soltó.
Se puso frente a Madero
y tomándole el reloj,
le dio el ejemplo siguiente
que a todos los asombró;
Si valiéndome de mi arma,
este reloj robo yo,
y con el tiempo nos vemos
pero ya armados los dos.
¿Tendría usted, señor Madero,
derecho a devolución?
-No sólo a eso, dijo el Jefe,
sino a una indemnización.
Pues esto es lo que queremos.
Zapata le concluyó:
Morelos quiere las tierras
que el hacendado robó.
Mis campesinos armados,
con respetuoso vigor,
me encargan pedir a usted
la justa restitución.
Madero vio que era justo
y de nuevo prometió
cumplir íntegro el programa
que hizo la Revolución.
Pero quiso congraciarse,
mediante una donación,
así a Emiliano Zapata
un ranchito le ofreció.
Sin ocultar su disgusto,
el Jefe del Sur saltó,
golpeando su carabina
contra el suelo, contestó:
-Perdone, señor Madero,
no fui a la Revolución
para volverme hacendado
y convertirme en patrón.
Fui en busca de la justicia,
para el miserable peón.
Si abandonamos al pueblo
sin oír su petición.
Y si acaso no cumplimos
lo que ya se prometió,
se irá otra vez a las armas,
de nuevo a la rebelión.
Esto, Gildardo Magaña
que con Zapata vivió,
lo oyó con otras personas
y luego nos lo contó.
Tomada de Bibliotecas TV el 10 de abril de 2020 en https://www.bibliotecas.tv/zapata/corridos/corr28.htm
Plan Libertador de los hijos del Estado de Morelos, afiliados al ejército Insurgente que defienden el cumplimiento del Plan de San Luís Potosí con las reformas que ha creído conveniente aumentar en beneficio de la Patria Mexicana.
Los que suscribimos, constituídos en Junta Revolucionaria para sostener y llevar a cabo las promesas que hizo la revolución de 20 de Noviembre de 1910 próximo pasado, declaramos solemnemente ante la faz del mundo civilizado que nos juzga y ante la nación á que pertenecemos y amamos, los principios qué hemos formulado para acabar con la tiranía que nos oprime; y redimir a la Patria, de las dictaduras que se nos imponen las cuales quedan determinadas en el siguiente Plan:
NADA SE HA CONSEGUINDO CON LA REVOLUCIÓN DE 1910.
1º Teniendo en cuanta que el pueblo Mexicano acaudillado por Don Francisco I. Madero fué a derramar su sangre para reconquistar sus libertades y reivindicar sus derechos, principios que juró defender bajo el tema de “Sufragio Efectivo no Reelección”, ultrajando la fé, la causa, la justicia y las libertades del pueblo; teniendo en consideración que ese hombre há que nos referimos es Don Francisco I. Madero el mismo que inició la precitada revolución el cual impuso por norma su voluntad e influencia al gobierno provisional del expresidente de la República Lic. Don Francisco L. de la Barra, por haberle aclamado el pueblo su libertador causando con este hecho reiterados derramamientos de sangre y multiplicadas desgracias á la patria de una manera solapada y ridícula, no teniendo otras miras que satisfacer sus ambiciones personales sus desmedidos instintos de tirano y su profundo desacato al cumplimiento de las leyes preexistentes, emanadas del inmortal Código de 57 escrito con sangre de los revolucionarios de Ayutla.
LOS ELEMENTOS DE LA TIRANÍA EN EL GOBIERNO.
Teniendo en cuenta que el llamado jefe de la revolución libertadora de México Don Francisco I. Madero no llevó a feliz término la revolución que gloriosamente inició con el apoyo de Dios y del pueblo, puesto que dejó en pié la mayoría de poderes gubernativos y elementos corrompidos de opresión del Gobierno dictatorial de Porfirio Díaz, que no son ni pueden ser en manera alguna la legítima representación de la soberanía nacional, y que por ser adversarios nuestros y de los principios que hasta hoy defendemos están provocando el malestar del país y brindó nuevas heridas al seno de la Patria para darle á beber su propia sangre; teniendo en consideración: que el supradicho Sr. Francisco I. Madero, actual presidente de la República, trata de eludirse del cumplimiento de las promesas que hizo á la nación en el Plan de San Luis Potosí, siendo las precitadas promesas á los convenios de Ciudad Juárez ya nulificando, persiguiendo ó matando á los elementos revolucionarios que le ayudaron a que venciera para el alto puesto de Presidente de la República, por medio de sus falsas promesas y numerosas intrigas a la Nación.
LAS PROMESAS DEL PLAN DE SAN LUIS POTOSÍ
Teniendo en consideración que el tantas veces repetido Don Francisco I. Madero ha tratado de acallar con la fuerza bruta de las bayonetas y de ahogar en sangre a los pueblos que le piden, solicitan o exigen el cumplimiento de las promesas de la revolución, llamándoles bandidos y rebeldes, condenándolos a una guerra de exterminio, sin conceder ni otorgar ninguna de las garantías que prescriben la razón, la justicia y la ley; teniendo igualmente en consideración que el Presidente de la República. Francisco I. Madero ha hecho del Sufragio Efectivo una sangrienta burla al pueblo, ya imponiendo contra la voluntad del mismo pueblo, en la Vicepresidencia de la República al Lic. Jose M. Pino Suárez, o ya a los Gobernadores de los Estados, designados por él, como el llamado general Ambrosio Figueroa, verdugo y tirano del pueblo de morelos; ya entrando en contubernio escandaloso con el partido científico, hacendados feudales y caciques opresores, enemigos de la revolución proclamada por él, a fin de forjar nuevas cadenas y seguir el molde de una nueva dictadura más oprobiosa y más terrible que la de Porfirio Díaz, pues ha sido claro y patente que ha ultrajado la soberanía de los Estados, conculcando las leyes sin ningún respeto a vidas Abi intereses, como ha sucedido en el Estado de Morelos y otros, conduciéndonos a la más horrorosa anarquía que registra la historia contemporánea.
EL SEÑOR MADERO BURLA LA VOLUNTAD DEL PUEBLO.
por estas consideraciones declaramos al susodicho Francisco I. Madero, inepto para realizar las promesas de la revolución de que fué autor, por haber traicionado los principios con los cuales burló la voluntad del pueblo y pudo escalar el poder: incapaz para gobernar por no tener ningún respeto a la ley y a la justicia de los pueblos, y traidor a la patria por estar a sangre y fuego humillando a los mexicanos que desean libertades, a fin de complacer a los científicos, hacendados y caciques que nos esclavizan y desde hoy comenzamos a continuar la revolución principiado por él, hasta conseguir el derrocamiento de los poderes dictatoriales que existen.
SE DESCONCE AL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA.
2º Se desconoce como jefe de la Revolución al Sr. Francisco I. Madero y como Presidente de la República, por las razones que antes se expresan, procurándose el derrocamiento e este funcionario.
3º Se reconoce como Jefe de la Revolución Libertadora al C. Gral. Pascual Orozco, segundo del Caudillo D. Francisco I. Madero, y en caso de que no acepte este delicado puesto, se reconocerá como Jefe de la Revolución al C. General Don Emiliano Zapata.
4º La Junta Revolucionaria del Estado de Morelos manifiesta a la Nación bajo formal protesta: que hace suyo el Plan de San Luis Potosí, con la adiciones que a continuación se expresan en beneficio de los pueblos oprimidos y se hará defensora de los principios que defienden hasta vencer o morir.
5º La Junta Revolucionaria del Estado de Morelos no admitirá transacciones ni componendas hasta no conseguir el derrocamiento de los elementos dictatoriales de Porfirio Díaz y de Francisco I. Madero, pues la Nación está cansada de hombres falsos y traidores que hacen promesas como libertadores y al llegar al poder se olvidan de ellas y se constituyen en tiranos.
ADICIONES AL “PLAN DE SAN LUIS POTOSÍ”
6ª Como parte adicional del Plan que invocamos, hacemos constar: que los terrenos, montes y aguas que hayan usurpado los hacendados, científicos o caciques a la sombra de la justicia venal, entrarán en posesión de esos bienes inmuebles desde luego, los pueblos o ciudadanos que tengan sus títulos, correspondientes a esas propiedades, de las cuales han sido despojados por mala fé de nuestros opresores, manteniendo a todo trance con las armas en las manos la mencionada posesión, y los usurpadores que se consideren con derecho a ellos lo deducirán ante los tribunales especiales que se establezcan al triunfo de la revolución.
EXPROPIACIÓN DE TIERRAS, MONTES Y AGUAS.
7º En virtud de que la inmensa mayoría de los pueblos y ciudadanos mexicanos no son mas dueños que del terreno que pisan, sufriendo los horrores de la miseria sin poder mejorar en nada su condición social ni poder dedicarse a la industria o a la agricultura, por estar monopolizadas en unas cuentas manos, las tierras, montes y aguas; por esta causa se expropiarán previa indemnización, de la tercera parte de esos monopolios a los poderosos propietarios de ellos, a fin de que los pueblos ciudadanos de México, obtengan ejidos, colonias, fundos legales para pueblos o campos de sembradura o de labor y se mejore en todo y para todo la falta de prosperidad y bienestar de los mexicanos.
8ª Los hacendados, científicos o caciques que se opongan directa o indirectamente al presente Plan, se nacionalizarán sus bienes y las dos terceras partes que a ellos les correspondan, se destinarán para indemnizaciones de guerra, pensiones de ciudad y huérfanos de las víctimas que sucumban en la lucha del presente Plan.
LEYES DE DESAMORTIZACIÓN
9º para ejecutar los procedimientos respecto a los bienes antes mencionados, se aplicarán las leyes de desamortización y nacionalización según convenga, pues de norma y ejemplo pueden servir las puestas en vigor por el inmortal Juárez a los bienes eclesiásticos , que escarmentaron a los déspotas y conservadores que en todo tiempo han querido imponernos el yugo ignominioso de la opresión y el retroceso.
10º Los Jefes militares insurgentes de la Repùblica que se levantaron con las arman en la mano a la voz de D. Francisco I. Madero, para defender el Plan de San Luis Potosí y que se oponga con fuerza al presente Plan, se juzgarán traidores a la causa que defendieron a la patria, puesto que en la actualidad muchos de ellos por complacer a los tiranos, por un puñado de monedas o por cohecho o soborno, están derramando la sangre de sus hermanos que reclaman el cumplimiento de las promesas que hizo a la Nación D. Francisco I. Madero.
11º Los gastos de guerra serán tomados conforme al artículo 11 del Plan de San Luis Potosí, y todos los procedimientos empleados en la revolución que emprendemos, serán conforme a las instrucciones mismas que determine el mencionado Plan,
PRESIDENTE INTERINO AL TRIUNFAR LA REVOLUCIÓN
12º Una vez triunfante la revolución que llevamos a la vida de la realidad, una Junta de los principales jefes revolucionarios de los diferentes Estados, nombrará o designará un Presidente interino de la República, que convocará a elecciones para la organización de los Poderes Federales.
EL LLAMADO GOBERNADOR FIGUEROA.
13º Los principales jefes revolucionarios de cada Estado, en Junta, designarán al Gobernador del Estado a que correspondan, y este elevado funcionario convocará a elecciones para la debida organización de los poderes públicos, con el objeto de evitar consignas forzosas que labran la desdicha de los pueblos, como la conocida consigna de Ambrosio Figueroa en el Estado deMorelos y otros, que nos condenan al precipicio de conflictos sangrientos sostenidos por el capricho del dictador Madero y el círculo de científicos hacendados que lo han sugestionado.
14º Si el presidente Madero y demás elementos dictatoriales del actual y antiguo régimen desean evitar las inmensas desgracias que afligen a la patria y poseen verdadero sentimiento de amor hacia ella, que hagan inmediata renuncia de los puestos que ocupan y con eso en algo estañarán las graves heridas que han abierto al seno de la patria, pues que de no hacerlo así, sobre sus cabezas caerán la sangre y anatema de nuestros hermanos.
LLAMAMIENTO AL PUEBLO
15ª Mexicanos: considerad que la astucia y mala fé de un hombre está derramando sangre de una manera escandalosa, por ser incapaz de gobernar considerad que su sistema de gobierno está agarrotando a la Patria y hoyando con la fuerza bruta de las bayonetas nuestras instituciones; y así como nuestras armas las levantamos para elevarlo al Poder, las volvemos contra él por faltar a sus compromisos con el pueblo mexicano y haber traicionado la revolución iniciada por él; no somos personalistas, ¡somos partidarios de los principios y no de los hombres!
Pueblo mexicano: apoyad con las armas en las manos este plan y haréis la prosperidad y bienestar de la Patria.
Libertad, Justicia y Ley.- Ayala, Estado de Morelos Noviembre 25 de 1911.
General en Jefe, Emiliano Zapata, Rúbrica Generales: Eufemio Zapata, Francisco Mendoza, Jesús Morales, Jesús Navarro, Otilio E. Montaño... *
*Documento transcrito de El Plan de Ayala. Edición conmemorativa. 2019. Cámara de Diputados, LXIV Legislatura. México. Consultado el 10 de abril de 2020 en http://biblioteca.diputados.gob.mx/janium/bv/ce/lxiv/plan-ayala.pdf