domingo, 29 de julio de 2018

CARTA A TRUMP I



El día de ayer expresé mi inquietud sobre la carta enviada al presidente de los Estados Unidos de Norteamérica por parte del Presidente Electo de México, Andrés Manuel López Obrador (Carta de AMLO a Trump) y finalicé escribiendo que en virtud de la extensión de la carta y de la importancia de los cuatro puntos en los que se centra: el comercio, la migración, el desarrollo y la seguridad entre ambas naciones, resulta oportuno tocar cada uno de estos puntos de manera separada y tratar de resolver la incógnita de la razón por la que se compara Andrés Manuel a sí mismo con Donald Trump.

Con respecto al tema de la migración Andrés Manuel comienza señalando que el espacio territorial de las dos naciones es lugar común para los habitantes de ambos países que optan por la migración, sin embargo, en el caso de los migrantes mexicanos, su gobierno hará todo lo posible por evitar que los  mexicanos lo hagan por motivos de violencia o para mejorar su condición de pobreza. a través de la generación de empleos suficientes, el desarrollo educativo y cultural y la inversión en salud  que conviertan a la migración en caso de que se presente, en una opción deliberada.

Para lograr este propósito se compromete a acabar con la corrupción, con la impunidad y disminuir gastos innecesarios que se pagan con el dinero del erario público. El ahorro generado con estas acciones será el capital semilla para los proyectos de desarrollo social que impulsará el gobierno de Andrés Manuel, incluso aporta dos ejemplos de la forma cómo impulsará el desarrollo de la región sur de México y otro sobre sus planes comerciales en la frontera norte. Es aquí donde inicia mi primera observación. 

En el punto de la migración  introduce su propuesta económica bilateral, la migración en esta misiva, se encuentra en la antesala del plan económico con Estados Unidos, la migración es un asunto económico que se resuelve de manera bilateral y para el futuro gobierno es necesario lanzar el anzuelo de la cooperación económica entre ambas naciones para desarrollar las empobrecidas zonas de México que más expulsan migrantes: de Puebla hasta Chiapas a través de un proyecto comercial transístmico (Entrevista financiero bloomberg), así mismo impulsará también la zona fronteriza norte a través de la creación de una zona comercial libre de impuestos.

El proyecto comercial en el Istmo de Tehuantepec consiste en rehabilitar y ampliar la infraestructura que ya existe a través de la inversión del gobierno, del capital privado y de capital social para impulsar el transporte de mercancías entre el continente americano, la costa Este de los Estados Unidos y Asia. Es un proyecto vital para la economía de todo el país y particularmente del sureste, sin embargo, requiere de gente muy calificada pero sobre todo de un compromiso de carácter nacionalista entendido como la búsqueda exhaustiva de los beneficios para el país acompañada del respeto y consolidación de la soberanía nacional.

Al leer esta parte de la carta, no pude evitar recordar la insistencia de los Estados Unidos por ocupar diversos territorios estratégicos de nuestro país a lo largo del siglo XIX. El Istmo de Tehuantepec fue uno de eso pasos que incluso James Buchanan, entonces secretario de Estado de los Estados Unidos exigía que se incluyera  en el Tratado de Guadalupe Hidalgo. 

El interés norteamericano por este paso fue incrementando en los años de consolidación del Destino Manifiesto donde la América susceptible de ser parte de la hegemonía norteamericana empieza en el Río Bravo. El Tratado de la Mesilla (1853) confirma que Estados Unidos consolidó su expansionismo sobre nuestro territorio y Santa Anna tuvo que ceder casi 110 000km2 de territorio entre Chihuahua y Sonora para dar paso al ferrocarril Transcontinental Nueva Orleáns-San Diego además de reconocer derechos de paso para los norteamericanos en el Istmo.

El Tratado MacLane-Ocampo de 1859 que impulsaban el presidente norteamericano Buchanan y el presidente itinerante Benito Juárez García que se encontraba despachando en Veracruz cedía el paso a perpetuidad de mercancías en el Istmo de Tehuantepec a los Estados Unidos, la exención de impuestos a las mercancías y la defensa militar de tropas estadounidenses en caso de haber algún riesgo sobre las personas y las mercancías que transiten por ese paso, claro siempre que fuera "a petición del gobierno mexicano". El Tratado incluía también el libre tránsito de Nogales a Guaymas, así como el paso libre sobre la ruta de Camargo hasta Mazatlán. En estas dos últimas rutas también se permitía la presencia de las tropas estadounidenses. Afortunadamente este Tratado nunca entró en vigor como sabemos. 

Con el paso de los años se ha realizado la conexión de ambos océanos por vía terrestre y pluvial, en parte con dinero público y en parte con dinero privado, pero medianamente ha quedado salvaguardada la soberanía nacional. Me sorprende que en esta ocasión no es Estados Unidos el que busque una alternativa de presión sobre la frontera norte y ni sobre el istmo, y sea el presidente mexicano electo el que muestre orgullosamente el que parece ser el plan económico emblemático de su gobierno para seducir a Trump. En cambio hoy como hace ciento sesenta años y como lo ha hecho siempre Estados Unidos, existe la presión de la firma del Tratado de Libre Comercio en las condiciones que impongan los norteamericanos en las que México no es el objeto de beneficio y protección, en1858 la presión se ejercía para conseguir la venta de Baja California, Chihuahua y parte de Sonora.

Cuidado don Andrés Manuel, el tratado MacLane-Ocampo fue el resultado de la debilidad del gobierno liberal ante las presiones militares del General Miramón, la falta de recursos del gobierno de Juárez, la deuda inglesa que pesaba sobre México y el condicionamiento de los Estados Unidos para reconocer al gobierno constitucional de Juárez, no obstante débil. 

No hay necesidad de seducir al depredador para crear una buena vecindad o no sé para qué. Si bien usted heredará un país endeudado, con altos índices de delincuencia, donde impera la impunidad y la pobreza (más de 70 millones de pobres), nuestra nación no está en guerra como entonces. Sobre todo, a pesar de nuestra actual situación nacional, esta sociedad se unió en torno a su persona y le demostró la confianza que le tiene otorgándole su voto para la presidencia y el Congreso de la Unión también se le otorgó a través de los candidatos del partido que usted fundó. La institución electoral es el único mecanismo para legitimar a cualquier gobernante en el mundo, y usted puede sentirse holgado, muy holgado.

Continuará...

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